sábado, 31 de marzo de 2012

Increíble intervención automática en la Venus de Milo!

Sin pensarlo dos veces me arrojé con displicente audacia sobre esta copia de la Venus de Milo que me enviaron desde Francia la gente de la revista de arte Hey! , que sería expuesta junto con otras, en una galería de Paris.
Es que harto de mi mismo, recordé mi viejas épocas de experimentación con el automatismo y volví a echar mano a esa valiosa herramienta.
Con la mente en blanco dejé que la mano que empuñaba el lápiz se responsabilizara de la acción y recorriera irreflexivamente la superficie de la escultura, sin parar hasta terminar, en aproximadamente 6 horas.
Cuando desperté del letargo me encontré con formas desacostumbradas que aunque tenían raíces familiares, se habían asociado de una manera bastante novedosa para mi.  El experimento me había dejado exhausto.  Tomé una ducha fría, me puse una camisa limpia (había transpirado bastante), me hice unos huevos  revueltos y bebí un par de medidas de whisky.  Reconfortado por el café negro que ingerí para contrarrestar los mareos que me producía el alcohol (al cual  detesto), contemplé la obra y la encontré aceptable.  
La cantidad de posibilidades que brinda el distanciamiento de la conciencia en el acto de dibujar son infinitas.  Las cosas interesantes que podrían hacer los "fileteros" que se pasan la vida haciendo las cuatro pelotudeces de siempre!  En fin, tomé mi perramus y me fuí al bar "Ingenieros" de Av. Maipú , a tomar más café porque el mareo no se me iba.















10 comentarios:

Diego A. Parés dijo...

Un interventor cómo la gente!
Lo increible es que no hacen el menor ruido disonante, parecen haber estado siempre ahí!

carlos nine dijo...

si, yo creo que quedó natural, como si fuera un antiguo graffitti hecho por un griego marginal que quería romper las pelotas...

Ailin dijo...

Es muy muy genial, además quedó construida una especie de mitología personal a partir de todos esos fragmentos sueltos, que parecieran tener una relación bastante estecha con una multitud de relátos clásicos.
En fin, para qué abundar en palabras sobre lo obvio: es genial.

carlos nine dijo...

de todos modos ni siquiera importa si sale bien o mas o menos. lo realmente interesante es que desconectando la cables de la información, los referentes, el oficio, etc., el subconsciente "organiza" el caos y siempre aparece algo. las formas terminan asociándose y encuentran algún destino. al fin y al cabo, hasta es un idea humanista.

lilyan dijo...

Quelle liberté... Me parece que podemos decir que vous êtes à la fois "Nine El Joven" , Carlos , y "Nine el Antiguo" (?) , con unas vidas consacrées à dessiner ( et réfléchir...) au dessin, et la "fraîcheur" de un nino-dibujante, todas esos sentimientos mezclados...
Je veux que vous viviez encore au moins 50 ans !

Lucas Nine dijo...

Hay un seno que quedó vacío, lo que me hace reflexionar sobre la necesaria infinitud de las obras humanas...

Diego A. Parés dijo...

Vamos, Nine el joven, ahí seguro que estampó la firma!

carlos nine dijo...

Me permito insistir humildemente en la idea, mas allá de si el resultado es aceptable o no, de poner el ojo en la libre asociación de las formas, liberándolas en lo posible de los tics, los conocimientos y tendencias y en definitiva, del control "profesional". Por supuesto que no se logra definitivamente, pero de pronto aparecen posibilidades no previstas por la racionalidad y el oficio.

leandro dijo...

algo de aquel ejercicio de desdén hacia el estilo,que alguna vez me arrojara ineludiblemente Breccia...

Eduardo Alvarado dijo...

Es usted un monstruo!!!